martes, 16 de junio de 2009

DEJAME ENTRAR, GRAN TORINO Y MAS...


Por petición popular, habría colgado la última obra maestra del señor Eastwood: “Gran Torino”, de hecho ya lo tenía medio escrito, pero no voy a hacerlo por dos razones:
La película la ha visto hasta el gato. Es normal que las pelis de Clint tengan una enorme acogida, pero en el caso de Gran Torino se han desbordado las previsiones, (lo cual no es ni mucho menos de extrañar) y no quería aburrir con algo que ya hubiérais visto.
Por otro lado, pocas facetas cinematográficas me quedan ya que desentrañar sobre “El Jefe”, en este blog, y que, aunque esta sea su última película como actor (bendita carrera), ni mucho menos dejaré de contaros por aquí mis impresiones sobre cuantos trabajos como director nos siga regalando ,por infinidad de años espero, el “Más
Grande de Hollywood”.

Sobre “Gran Torino” sólo me resta deciros, que si hay por ahí todavía algún colgao que no la haya visto, deberían cortarle la cabeza y echarla en la corte del gorrino como pasto pa los bichos. ¡Mia tú!.

Dos (también os apunto abajo un par de muy buenas españolas que vi recientemente) , han sido los estrenos esta semana que me han refrendado, que buen cine actualmente se hace un puñao, y que hay directores, guionistas y actores con mucho talento. Tan solo hay que molestarse un poquillo al estar frente a la cartelera del cine de turno, y no pasarse a la ligera a ver mandangas como “Fuga de cerebros” porque seguro que te ríes un huevo... o “Crepúsculo” porque nos la han promocionado hasta la saciedad.

¿Vampiros con mas pluma que el gorro de toro sentado?. Norrrrrrr.

Por esto precisamente, os recomiendo aquí en Cuenca los Multicines de toda la vida (conocidos como los de abajo), más incómodos quizás que los del Centro comercial (los de arriba), pero con muchísima más calidad en la oferta cinematográfica y encima bastante más baratos, ¡qué copón!.

La que más me ha gustado, la nórdica “Déjame Entrar”. Oscura historia acerca del mito vampírico. Cuenta la aventura de Oskar (como mi amigo Heil Mayer), un chavalote de 12 años que entabla amistad con Eli, su recién llegada y enigmática vecina.



Tras ganar un porrón de festivales (aquí llega tarde como siempre... y no es poco que llega) demuestra que no es, gracias a Dios, un peliculario de vampiros al uso, un cagarro mal parido, como la antes mencionada Crepúsculo o similares bazofias.
“Déjame Entrar“ nos regala una atmósfera asfixiante y opresiva, aunque no por ello menos cotidiana, lo que por lo menos para mí, la hace muchísimo más atractiva.
Al fín algo de terror vampírico sin acudir a la moda estética videoclipera, que parece que estés sintonizando la MTV.

¿Se va el chicote rubiales a la cueva a merendar con esa peazo navaja? Va a ser que no.

Con cuatro efectos especiales puntuales y sin grandes alardes, pero tremendamente efectivos, el señor Tomas Alfredson (director), se saca de la manga una maravillosa película que es capaz de aunar terror, amistad, romanticismo y algunas gotas de buen humor negro, como gusta a un servidor.
Repleta de escenas que me han puesto el vello de punta, entre las mejores y más malsanas, la macabra relación de Eli con su misterioso padre, expresada con dureza y sencillez a la vez, hacen que se te corte el aliento de pura emoción.



Los dos jóvenes protagonistas están sobrados en sus papeles y sin duda les augura un gran futuro interpretativo. Resulta entrañable su difícil relación amistad-amor (y no exenta de cierta dosis de carga erótica), pero en ningún caso resulta pastelosa ni sentimentaloide.

Eso pasa por no dar el aire acondicionao cacho ratas

Aviso, (pa que luego no digáis) cine pausado, pero en ningún caso cansino (más bien todo lo contrario, mantiene en todo momento el pulso narrativo), no esperéis que en un pueblo perdido en mitad del paisaje escandinavo salga gente tocando las palmas imitando a Chiquito (lo siento primo, va por ti otra vez je, je) a un ritmo trepidante.



Por otra parte, la bucólica ambientación, con sus gélidos paisajes y sencillísimos interiores, no hacen sino que agrandar la personalidad, fuerza y carisma de sus personajes.
Para rematar, un final arrebatador, que te deja con un sabor de boca a gloria pura.
Film de culto donde los haya.



El otro estreno a destacar es la neoyorquina “The Visitor”. La película narra el cambio de vida de Walter, un profesor universitario que vuelve tras una larga temporada a su piso de Nueva York, y se ve envuelto en la vida de una joven pareja inmigrante que descubre viviendo en su casa.



Thomas McCarthy (joven actor y director), da en el clavo con una enriquecedora mezcla entre el cine comercial y el independiente.
Recrea hábilmente y sin manipulaciones, el drama social que entraña la inmigración y la paranoia posterior al pepinazo de las torres gemelas.



En general un film que no os podéis perder, todo un canto a la integración, alejada de tópicos y happy ends baratos y mil veces antes vistos.













Para terminar, un par de muy buenas películas españolas, que haberlas hailas ya lo creo: “Un buen hombre” y “La vergüenza”. Os cuento mi truco para encontrarlas por si os sirve de algo:
Si vais al cine, y veis en cartelera una española, que no haya sido paseada en por todos los medios de comunicación a bombo y platillo, y subvencionada con buenas perras por el Ministerio de Cultura, seguro que esa, es una buena película.
Cuanto más ninguneada esté y más se limpien el culo con ella los “politicastros adalides de la cultura española”, mejor película será. No falla.