Bueno, pues sin más preámbulo y como suele ser mi lema :
Diversidad temática, que es donde está el gusto.
No todos los días se nos deleita al seguidor del buen cine
de acción con un regalo de semejante calibre. Esto sí que en una conjunción
planetaria y no aquello que pregonaba la Pajín cuando se fumó los brotes
verdes.
Confieso que iba con miedo a verla, pues las expectativas
como no podían ser de otra manera eran altas y eso siempre hace que planee la sombra de la decepción. Me ha salido bien la jugada y he
disfrutado cosa fina.
Nos ofrecen este par de mitos vivientes una trama carcelaria con intento de fuga de los de toda la vida, de los de disfrutar a tope sin pretensiones. Plan de escape no es Cadena perpetua, ni mucho menos lo pretende. Sabe muy bien lo que quiere dar al espectador y por lo menos para mí lo consigue totalmente.
Sly y Arnold ya no pueden ofrecer lo mismo que en sus días
de mayor gloria y lo saben, pero lo suplen con entusiasmo y pasión en lo que
hacen, por eso los fans seguimos siendo fieles y refieles, ya que no hay
recambio en las nuevas generaciones de actores ni por asomo siquiera.
En ese sentido he visto a Arnold (doblado además por el
maestro Héctor Cantolla) bastante más motivado durante toda la que película que
a Sly, no se, le he visto muy ilusionado, chispeante, gracioso y con más ganas
que dar cera incluso que en algunas de sus películas cuando era joven, supongo que
esta reacción viene motivada por el largo parón durante sus años de
“Gobernator”. Que siga así la cosa Mr. Arnold. Va usted por el buen camino
ahora, además no tiene de que preocuparse,
ahora tenemos a Obama como líder mundial, y como se pronosticaba entre la inmensa
mayoría de sus paisanos estadounidenses todo lo hace bien y por fin se ha erradicado
el hambre en el planeta, amen de reinar la paz en el mundo entero.
El resto del casting no es manco tampoco, y cuenta con gente
ya consagrada. Sam Neill, aunque con un papel corto está más que correcto, Vincent D'onofrio el inolvidable “recluta patoso” pieza clave en la obra
maestra La Chaqueta Metálica, el bueno
de Jim Caviezel ejecutando al típico alcaide cabronazo, me ha chirriado un poco
este personaje, pero más que nada es cosa mía, ya que desde que hizo el
inolvidable papel de Jesús en La Pasión de Cristo me cuesta mucho
verlo haciéndole putadas a la gente la verdad.
Haciendo el típico papel de salvaje matón y mano derecha del alcalde tenemos a Vinnie Jones, un tarado también en la vida real y que los mas futboleros recordareis por ser jugador profesional en la Premier inglesa antes que actor, cierto es que con las pintas de ovejo que tiene da perfecto para el papel.
Haciendo el típico papel de salvaje matón y mano derecha del alcalde tenemos a Vinnie Jones, un tarado también en la vida real y que los mas futboleros recordareis por ser jugador profesional en la Premier inglesa antes que actor, cierto es que con las pintas de ovejo que tiene da perfecto para el papel.
El diseño futurista de la prisión y vestuario de los
guardianes me ha gustado mucho, aunque creo que podía haber dado bastante más
de sí, también podrían mejorarse las peleas, pero el director no viene del cine
de acción y eso se nota, con un mayor presupuesto se podía haber hecho algo
mucho más grande, pero que vamos yo me doy por más que satisfecho, me lo he
pasado en grande y las dos horas que dura se me han ido volando.
Que pena haber tenido que esperar tantos años para ver
juntos a estos dos titanes que tantos días de gloria nos han dado por separado,
la química sin duda fluye entre ellos. Supongo que la lucha de egos no lo hizo
posible en aquellos tiempos de oro, pero bueno, no vale lamentarse sino
pedirles que nos den más y más peliculacas con las que blincar de entusiasmo en
la butaca de nuestra sala habitual.
La gran estrella de la temporada, sin duda. Bueno, que se
puede decir que no se haya dicho ya. Lo de siempre, críticas destructivas y
malsanas por doquier que como no podía ser de otra manera encuentran encendida
replica en el lado entusiasta y defensor a ultranza de la saga.
Yo en esta ocasión ni lo uno ni lo otro, me sitúo en la
zona templada tirando a caliente, pues aunque con la primera disfrute mucho
más, no puedo decir que esta segunda parte no me haya gustado ni mucho menos.
Coincido con la gente que le achaca una excesiva duración, sobre todo en las escenas de acción que por muy bien desarrolladas que estén (ahí es difícil ponerle pegas) se alargan burdamente hasta traspasar a mi gusto en determinadas ocasiones la peligrosa línea del aburrimiento.
Otro punto negativo: Orlando Bloom (Legolas), joder es que
no trago a este tío y su consiguiente personaje, ni aquí ni en ninguna otra de
la trilogía del anillo, vamos que en general no soporto ninguna aparición suya,
joder que manta es el pobre, me pase la película entera esperando que algún
orco lo cortara en rodajas y se lo echase de comer a las gallinas. La elfa
(Evangeline Lilly) tampoco es que ayude mucho, ni frio ni calor, sus escenas
como que sobran. Por otra parte el Hobbit, Martin Freeman otra vez genial, la verdad
que lo clava este muchacho, un gran acierto, aunque se echa de menos alguna aparición
aunque fuese testimonial del gran Ian Holm.
La parte técnica huelga decir que es asombrosa, tanto o más que en su predecesora, en ese punto es difícil ponerle pega alguna, escenarios y ciudadelas a cual más bello se pasean por toda la cinta, la animación de la estrella de esta entrega : Smaug el dragón, es sencillamente asombrosa, hay que verlo en pantalla grande pues con palabras es imposible describirlo.
En conclusión, una obra que hay que ver sin pretensiones pues su objetivo de entretener y pasar un gran rato lo cumple sobradamente, aun a mi parecer perdiendo unos buenos puntos respecto a su predecesora.
Veremos que nos depara
la última entrega, esperemos que el orondo neozelandés remate la faena como está
mandado, seguro que así será.
Admirable película que camina por el tortuoso camino de la culpa. La mejor que he visto en el pasado 2013.
Nos adentra en una terrible historia de injusticia. Tras un traumático
divorcio Lucas, remonta el vuelo trabajando en una guardería, los niños le
adoran, pero un lamentable suceso convierte su vida en un abismo de rencor
infinito.
Se ha clavado aquí el danés Thomas Vinterberg un drama de
categoría, de los que te duele hasta el alma, joder si no te llega esto a las
entrañas es que estas muerto.
A las primeras de cambio, se convierte esta obra magna en un
laberinto infernal de odio entre familias, entre amigos, entre una sociedad
enferma de miedo y proclive al linchamiento de otros para así poder expiar sus
propias culpas y su falta de raciocinio.
Hace tiempo que una historia no me atrapaba tanto, te
mantiene pegado a la silla desde los primeros compases y ya no te suelta hasta
dejarte exhausto pero a la vez con la sensación de haber asistido a un dilema
moral que se levanta como un tótem implacable y sombrío que amenaza con
aplastar las cabezas de nuestra sociedad “avanzada”.
Buen casting general capitaneado por un colosal Mads
Mikkelsen que se desenvuelve como nadie en un papel que debió de dejarle
completamente machacado, y la niña Annika Wedderkopp
(como se puede trabajar tan condenadamente bien con cuatro años) harán
las delicias del espectador mas exigente.
Como no podía ser menos la faena soberbia es rematada por un
final abierto y demoledor, dejándote el alma pendiente de un maldito hilo.
Un diez como una catedral.
Bueno, es
que estos tipos de thriller negros como la más negra de las noches me
encantan. No lo puedo ni quiero evitar. Y Prisioneros es de los buenos, muy
buenos. Una película que pese a sus 140 minutos no se hace pesada en ningún
momento, con sus pausas donde deben estar, dando forma a un soberbio y tétrico
guion que te agarra del cuello y no te suelta ni por asomo.
Una vez ya vista y dándole un repaso mental como gusto de hacer con las buenas películas que me dejan “tocado”, me llamó la atención lo acertado del título: Prisioneros, pues así es como se sienten todos y cada uno de los protagonistas, prisioneros de la venganza, del miedo, de la perdida, de la locura…
Una vez ya vista y dándole un repaso mental como gusto de hacer con las buenas películas que me dejan “tocado”, me llamó la atención lo acertado del título: Prisioneros, pues así es como se sienten todos y cada uno de los protagonistas, prisioneros de la venganza, del miedo, de la perdida, de la locura…
Cuenta con
una fotografía oscura y lúgubre que unida a un guion solido, te atrapa sin remisión y manteniendo el
suspense siempre en lo alto la convierten en uno de los mejores thrillers dramáticos
de los últimos años.
Hugh Jackman
esta inmenso en el papel de padre torturado, dándolo absolutamente todo, y
junto a un gran Jake Gyllenhaal que da genial como detective al igual
que en “Zodiac”, forman un tándem que deja huella para hacer de esta película
un thriller de culto.
Paul Dano, un gran actor del que desde Pozos de Ambición
siempre sigo su trabajo (y que cada vez se parece más a Messi el cabrón) da
miedo y repulsión a partes iguales.
Rematada con una banda sonora muy discreta, que entra en
escena cuando viene a cuento y para enfatizar ciertas acciones, no como la
mayoría, que te dejan como una puta tapia a base de trombones.
Lo dicho, un sobresaliente para su director Denis Villeneuve
que ya me dejo impresionado con “Incendies” (2010) y que ya comente en su día
por aquí.
BLUE JASMINE
Como seguidor impenitente de la obra del maestro cuatrojos neoyorkino, no podía por menos que acercarme a la sala a degustar su último trabajo. He de confesar que en estos últimos años lo hago con más cautela de la que quisiera reconocer, pues igual te hace la vida mucho más agradable y bonita con una delicia como Midnight in Paris que te mete doblada una Vicky, Cristina Barcelona o un A Roma con amor, que te deja loco. Pero bueno, que lo que importa es que esta vez ha vuelto a dar en el clavo y bajo la luz que emite en cada escena Cate Blanchett (Oscar seguro, ojala) nos deja una especie de comedia dramática (que a mi gusto siempre fue su punto fuerte) con el que disfrutar de un rato de muy buen cine.
Con excelente montaje y acertados flashbacks, nos va narrando la historia de la adinerada y endiosada Jasmine, una mujer que se mueve en un entorno irreal, ajena a todo lo que no provenga de una “jet set” que adolece de sus mismos pecados, un mundo creado a imagen y semejanza de su fraudulento y embaucador marido (excepcional también Alec Baldwin) y que como no podía ser de otra manera va arrastrando a nuestra protagonista hacia una fosa de desengaño, locura y dolor que difícilmente podrá soportar.
Por enésima
vez Allen vuelve a retratar magistralmente el amplio decálogo de la familia y
sus miserias, de cómo la mezquindad no entiende de clases altas o bajas. Todo
ello por supuesto bajo un guion marca de la casa e inmaculado repleto de diálogos
corrosivos y llenos de ingenio.
Así que por
todo esto y más le queremos Mr. Allen, que la siguiente sea igual o mejor que
esta si no quiere llevarse un solplamocos en” to las gafotas” querido amigo.
Me era
imposible terminar este post sin dar las gracias por todo, a lo que para mí ha
sido lo mejor que se ha hecho nunca delante de una cámara y que irremediablemente a llegado a su fín. Inolvidable,
magistral, irrepetible. Hasta siempre Breaking Bad. Heisenberg amigo, el puto
amo, te llevaremos siempre el el corazón.