domingo, 21 de marzo de 2010

GRACIAS A TODOS

En nombre de mi hermano, mío y toda la familia de Lorenzo Ballesteros González, quería dar las gracias a la gran cantidad de personas y amigos que han dado sus muestras de cariño y condolencia por su reciente fallecimiento.

Nos habéis ayudado a llevar tan difíciles momentos con vuestro cálido y sentido abrazo. Gracias a todos.

Papá, estás muy bien acompañado ahora. Descansa en paz. Jamás te olvidaremos.

martes, 9 de marzo de 2010

TE PUEDE PASAR A TI

No me gusta ir solo al cine. Lo suyo es ir bien acompañado. Pero bueno, las circunstancias obligan y el vicio es el vicio.
Este preámbulo viene a cuento de la historia que os voy a contar a continuación y que seguramente consideraréis digna de pasar a los anales del frikismo y el estrambote.

Miércoles, 10.30 de la noche. De camino a los cines, no me cruzo por las calles de Cuenca ni con una miserable rata y es que viene un airuzo del norte que se llevaría a Falete conduciendo un tráiler lleno de gorrinos. Pues nada, me pillo mi entradita para “Shutter Island”, lo último de otro de mis más queridos maestros Mr. Martin Scorsese y me paso para adentro muy ufano con mis palomitas tamaño mini y botella escondida en el forro de la cazadora con agua del grifaco (kit cine-crisis). Ya en el interior y desde mi ubicación en el mismo centro de la sala me fijo en que no hay NADIE absolutamente más que yo esperando que empiece la película.
En fin, no es la primera vez que me pasa, y tampoco voy a ver El Exorcista o Viernes 13. Esto es Scorsese, véase: cine negro, tiroteos, violencia, corrupción, ritmo trepidante, Robert De Niro y otros gánsteres memorables ,etc...



Pues eso, que se apagan las luces y de momento todo bien. El Di Caprio intentando resolver una extraña desaparición en un misterioso psiquiátrico ubicado en un islote donde Cristo olvidó la gorra. Suspense, buena ambientación y tal….pero “amiguito”, de repente y sin avisar, se jodió el chollo, y así como disimulando entra en escena una música tétrica que ríete de la marcha fúnebre, me pongo más tieso que un ajo en la butaca y me digo: bah, esto se pasa y se lían ahora mismo a tiros o algo…madre mía, ni tiros ni leches, sino que la cosa se pone mucho peor, más musiquilla infernal y comienza un desfile de señoras muertas cuchillo ensangrentado en ristre y la mirada más perdida que ZP en un cursillo de economía, psicópatas deformes que putean sin cesar al Di Caprio y demás paranoia de calibre 15 y medio lo menos.



No os quiero ni contar la estampa, una sala vacía como la plaza de "Las Ventas" de grande y yo ahí hecho un ovillo en la butaca, mirando de vez en cuando para las filas de atrás, sabiendo que mi hora está cerca y esperando que venga un tarao de estos a darme matarile mientras hecha espumarajos por la boca. ¡Que alguien encienda la luz copón!



En fin, - me digo- hay que aguantar como sea, seguro que ha pasado lo peor, y la película no está mal, encima se van a descojonar de mí las féminas del chiringuito de las palomitas. Yo aguanto aquí más que el Cid campeador.

Bueno, por un ratillo pareció que arreciaba el aluvión de pesadillas y desvaríos, pero estaba claro que no era mi noche y desde Hollywood me querían meter “el as por el once” a cualquier precio.

Cuidadin si queréis ver la película que cuento to el tomate final:

El Di Caprio ha perdido el norte completamente y tras la temida música infernal, lo que faltaba, el súmmum de canguelo: Niños muertos lloriqueando, arrastrándose por la pantalla con los ojos llorosos y soltando frasecitas del tipo: ¡ayúdanos, no queremos morirrrrrrr!. Aquí, ya en este punto es donde me arrepiento de no haberme traído un par de rollos de papel higiénico y un foco de 15000 Watios por canal que me saque de esta oscuridad tan siniestra.




Que majos los chicotillos. Dan ganas de comerselos y tal...

Al final, tras varias oraciones a Santo Tomás y pasarlo peor que el que se tragó el paraguas, se baja el telón y se encienden las luces. Me incorporo como puedo e intento sacar pecho ante las jóvenes de las palomitas. Todavía se estarán riendo las muy…

Resumiendo: Buena película del maestro italiano. Terror psicológico a cascoporro que muy gustosamente habría degustado en el salón de casa con la parienta y la lámpara de 6 bombillas a pleno rendimiento.

Míster Scorsese, si vuelve a irrumpir en este género: ¡AVíSELO BUEN SEÑOR QUE ME LA HA METIDO DOBLADA!

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PD: Dedicado a mi buen amigo Rubén “el de Valdecañas”. Gran cinéfilo, escritor, amante de la buena música, y mejor persona.