viernes, 8 de julio de 2011

INCENDIOS HUMANOS

Yo en los veranos, a sabiendas de que los cerebros cineastas se van a la playa a tomar el sol y a trasquilarse unas ricas cervecitas, me he buscado mi truquillo cuando quiero ver una buena película:

Rebuscar entre lo que se ha producido en épocas mas prolíficas e invernales, y que por falta de tiempo me he dejado injustamente atrás. Hasta ahora me ha dado muy buenos resultados y este título canadiense es una clara muestra de ello.



"Incendies" nos adentra en la demoledora historia de dos hermanos gemelos cuya madre, se encuentra a las puertas de la muerte. El sorprendente testamento con dos cartas adjuntas les hará acometer un viaje espantosamente revelador que dará respuestas a los innumerables interrogantes que surgen en sus vidas.

Estamos ante un drama con una estructura narrativa apabullante, desgranada capítulo a capítulo por la presentación de todos los personajes inmersos en ella.
Casi nunca se puede saber todo lo que se oculta detrás de la particular historia de cada uno y sus orígenes. A veces, cree uno saberlo prácticamente todo de una persona, y no conocer su vida y todas las penurias por las que ha tenido que pasar. Esta cinta para mi gusto es de las que mejor ha sabido explicarlo, eso sí, soltando unos cuantos estacazos que provocan un dolor inhumano pero a la vez necesario y reparador.

"Incendies" nos adentra en las entrañas del odio, del odio incubado y malsano que no te deja vivir. Te invita a pensar qué historias de tortura, guerra y muerte pudiera esconder nuestra familia o seres allegados. Me encantan estas películas que las llevas a cuestas durante días, que te hacen preguntarte historias y movidas varias, no sé, todo ese lio.

Vamos hermoso a volar por los aires que nos ha dicho "Alá
" que vas a estar mu bien en el paraiso


Si bien es verdad que deja a cargo del espectador (a veces se agradece no ser un mero títere) el dilema moral que supone el destapar la caja de los truenos e indagar en los tenebrosos recovecos del pasado, ignorar de dónde venimos, no sé, vivir el día a día y punto final.


Aquello de que violencia solo engendra violencia queda bien patente en este excelente film. El odio al diferente y el radicalismo religioso lo impregna todo, envolviéndolo en una atmósfera irrespirable, provocando incendios de maldad y sinrazón. La escena del autobús (solo por ella merece la pena ver la película) describe todo esto magistralmente y queda muy claro que las balas no entienden de religión, si la veis sabréis de lo que hablo, asique procuraré omitir más detalles, pues lo suyo es verla con ojos vírgenes, de este modo se disfrutará y se sabrá si queda en el alma humana algún recóndito lugar para el perdón y la redención.



Todo esto aderezado por un buenísimo reparto (sobre todo las dos mujeres protagonistas), una puesta en escena austera y eficaz, sin alardes ni tontunas y una fotografía fría y dura, hacen de “incendies” una auténtica pieza de orfebrería que más que recomendable se hace necesaria de ver.

De lo mejor de 2010 sin quitarse la boina siquiera.



Saludos a tod@s.