jueves, 11 de agosto de 2011

MITOS Y LEYENDAS DEL LUGAR. HOY : GOYITO

Estimados paisanos, en pleno apogeo veraniego y ya tan cerca de celebrar otro año más nuestras fiestas patronales, me ha parecido oportuno y necesario confeccionar un pequeño homenaje a uno de nuestros grandes mitos vivientes villarenses: Gregorio González Blanco. Mucho más conocido como: “Goyito”.



Huelga decir que no hay bicho viviente en el Villar que no conozca a tal celebridad alcarreña, aunque dado mi transitar por los distintos pueblos y pueblecillos de la comarca he de dejar constancia de que nuestro querido hostelero, también fuera de nuestras fronteras, es más conocido que la Pantoja. Cuando está sentado en la viga del bar es un descojone, por cada diez coches o camiones que pasan, cinco le pitan y le saludan, y te ves ahí al Goyo levantando más veces el brazo que el papa Ratzinger con un muelle en el sobaco.

¡Goyito ponme un cáliz de tinto con gaseosa y unos botellines para mis coleguitas!



A mí, por la mañana sobre todo en invierno, me encanta tomarme en el bar un cafetillo bien caliente cuando no hay mucha gente y así tener la charleta de turno con el bueno de Goyito y que me cuente alguna de las chanantes anécdotas de sus viajes por América, historias del bar de tiempos remotos o simplemente comentar las movidas que acarrea el día a día y lo cotidiano.


Tendrá sus defectos el hombre como todo el mundo, pero no quería dejar de resaltar su mayor virtud y por la que creo que es querido y respetado generación tras generación: Este hombre carece por completo de malicia y segundas intenciones. Generoso, honrado y bonachón como él solo. Solo por eso y según están las cosas hoy en día, merece la pena conocerlo y visitar el Goyito´s cuantas veces fuese menester.


Asique sin más preámbulo os dejo con una pequeña entrevista a nuestro estelar invitado de hoy.

Kaimán: Goyo, ¿en qué año se fundó el bar?

Goyo: En 1965

K: ¿Y a cargo de quién corrieron esos inicios?

G: El bar lo abrió con mucho esfuerzo mi padre, Vicente González Arribas.

K: Sí, recuerdo que la abuela Victoria (su hermana) me contaba, que luchaba como un jabato contra la enfermedad.

G: Si, padeció poliomielitis, una enfermedad entonces incurable.

K: Goyo, me consta que tuviste una vida interesante antes de recalar en el bar.

G: Como otros muchos chavales me fui muy joven al seminario de Uclés a estudiar.

K: ¿Te fuiste con mi padre?

G: No, tu padre se fue un año antes. Cuando yo llegué él ya llevaba puesta la sotana, je, je.

K: ¿Coincidisteis varios jóvenes del Villar allí verdad?

G: Ya lo creo, allí estaban Ángel (hermano del Chutí), José (Perete de la Gancha), Julián Ángel (tío de Patricia), Julio (Motril) y Don Cesar, nuestro actual párroco.

En total estuve unos cinco años allí.

Goyito, mi padre y Don César campean por esta foto. ¡Ande andarán, ahi lo dejo!
(click para ampliar)

K: ¿Y qué hiciste después?

G: Me vine para el pueblo y me saqué todos los carnets (cartera en mano y me lo enseña. No le falta ni uno). Me compré una furgoneta y hacía todos los portes que hicieran falta en el pueblo y además hacía las veces de taxista para el que quisiera ir a Cuenca o a cualquier otro sitio.
Luego, como tenía el carnet de autobús me contrataron para llevar el de línea cuyo propietario era Vicente Cauce (ahora “Autocares Guerrero”) y también aprovechaba y me llevaba en el bus a la gente del pueblo a los toros, de boda o adonde quisiesen ir allí estaba yo con el vehículo siempre preparado para salir atacando.

K: ¿Por qué dejas estos trabajos y comienzas a regentar el bar?

G: Pues mira, fallece mi padre muy joven (se emociona) y yo ya con 24 años me hago cargo del bar.

K: ¿Cuál es el secreto de tu éxito hostelero?

G: Pues estar siempre al pie del cañón, a la gente que pasa para otros pueblos le gusta parar aquí y por las razones que sean he trabado buena amistad con muchísima gente.

K: ¿Cuántos botellines habrás abierto aquí?

G: Por lo menos un par de millones.

K: Ja, ja, ja yo creo que te quedas corto Goyo.

G: Ya ves, si pones tres millones tampoco pasa nada.

K: Nos has aguantado carros y carretas durante todos estos años.

G: Bueno, es mi trabajo.



Como este año estrena terracita, Mc Gregor ha decidido ponerse en forma para atenderla

K: Los míticos jabalíes que adornan las paredes ¿te acuerdas quién les dio matarile?

G: Uno de ellos lo mató “Monchito”, los demás la verdad que ahora mismo no me acuerdo.

K: No se te ha dado mal tampoco la lotería.

G: La verdad es que si, hemos repartido varios premios. La gente juega mucho en este establecimiento y por mí encantado, me gusta repartir suerte entre los míos.

K: Goyo, has pasado aquí muchas horas de tu vida pero mucha gente desconoce tu faceta viajera, que doy fe, es muy extensa. Cuéntanos algo.

G: Pues sí, me gusta mucho viajar. El primero de ellos lo hicimos a Santo Domingo (República Dominicana).

K: Si, recuerdo que me regalaste una botella de ron de allí y el “dólar de la suerte”.

G: Claro, en aquellos tiempos se podía montar de todo en el avión, je, je.

Después estuvimos varios años conociendo Cuba (La Habana, Varadero, etc.) allí trabamos enorme amistad con la gente de la tierra. A mi lo que me gusta es hablar con la gente de la calle y que me contaran sus historias de la vida. Nos han tratado siempre de maravilla y queremos volver en breve. En total de mis viajes, he debido pasar unos seis meses en tierras cubanas.

K: Ya sabes que mi preferido es tu viaje a los Estados Unidos. Cuéntanos algo para la audiencia del blog.

G: Ya ves, ese viaje fue alucinante y lo hice con un amigo que trabaja en “Iberia”. Me había hecho ilusión de toda la vida y estuve 21 días danzando por allí. Lo que más me impresionó fue el “Cañón del Colorado”. Lo atravesamos montados en un helicóptero y fue una de las mejores experiencias de mi vida. Aquellas formas de la naturaleza son impresionantes, si no lo ves no lo crees. También estuvimos en Nueva York y en las Vegas.

K: ¿En la Vegas os alojasteis en ese mítico hotelaco que sale en las películas, no?

G: Ya lo creo, en el “Luxor” con forma de piramide. Aquello es la bomba. Más grande todavía de lo que ves en el cine. Si te pierdes por las habitaciones estás bien jodido y tardas catorce horas en llegar a recepción.

K: Bueno Goyo, para ir rematando la excelente faena, cual gran maestro taurino, podrías contarnos alguna anécdota marca de la casa y que dejara huella en el Goyito´s.

G: Ya ves, pues mira tengo una bien buena. Hace tropecientos años, tu padre enganchó una quiniela “de catorce” nada menos. Con la euforia y tal se lió aquí en el bar una fiestaca del copón copero, incluso tu padre llamó a “Justo el de Priego,” un músico que tocaba el acordeón y estuvo tocando todo el santo día. Cuando ya se fue la gente, no veas, te quedabas “pegado” al suelo y no podías ni andar de cómo había quedado el suelo.
Pero no te lo pierdas, porque al final hubo un montón de acertantes de catorce y tu padre se gastó más dinero en la fiestaca que organizamos de lo que al final cobró de premio.

K: Si, si, pero menudo fiestón que os pegastéis mamones, que os quiten lo bailado.

G: ¡Mía tú! Ya te digo ja, ja. Hay que aprovechar que la vida son dos días.

K: Bueno Goyito, un verdadero placer escucharte y tomar nota de tu interesante y para algunos desconocida vida.


G: Nada, cuando quieras ya sabes dónde estoy. Siempre a tu disposición.

K: Para despedirme utilizaré una frase que solía decir el que le tocó la quiniela:

¡GOYITO, NO TE TENIAS QUE MORIR NUNCA!

Próximamente en mitos y leyendas del lugar: ¡LA ANITA!

Bueno paisanos nos vemos en las inminentes celebraciones de nuestras fiestacas patronales.

Virgen del Rosario. Óleo realizado por Patricia Jericó.


Un abrazo a tod@s.