domingo, 17 de enero de 2016

EL DESAFIO - (The Walk)






Volvemos a la carga en el Kaimán para que no decaiga la fiesta, y qué razones habría para no hacerlo con el último trabajo del genial Robert Zemeckis :  El Desafío (The Walk)

El argumento que nos cuenta, está basado en una historia real que seguramente algunos ya conoceréis:  Nueva York, verano de 1974, las obras de las míticas y malogradas Torres Gemelas están a punto de concluir, y se avecina en breve su inauguración. El funambulista francés Phillippe Petit (Joseph Gordon Lewitt), ayudado por unos cuantos compinches, intentará la hazaña imposible : recorrer el espacio que separa ambas torres a través de un fino cable.



La verdad que así, a priori ,no me esperaba algo tan entretenido, sobre todo teniendo en cuenta que ya se había contado antes esta increíble historia en un excelente documental  : Man on Wire(2008, Oscar al mejor documental) y el teórico espectador ya sabría en todo momento qué es lo que va a ocurrir. Pero pobre de mí, hombre de poca fé, que no había caído en la cuenta de que el señor Zemeckis en rarísimas ocasiones deja de ofrecer, como poco, un gran entretenimiento y una calidad técnica impecable. El Desafío no es una excepción, desde luego.


Bueno, como os digo si por algo ha destacado la filmografía del americano es por habernos alegrado la vida con divertimentos imperecederos como : Regreso al Futuro, Forrest Gump, Náufrago, Contact, El Vuelo, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? Y un largo etc que han hecho las delicias de hordas de espectadores.



Cierto, que yo al menos no la incluiría entre el “top” de su obra, pero como suelo decir por aquí, entre los estrenos actuales está bastante por encima de la media, que no es poco.

Bueno, es que solo por ver la recreación virtual de las torres gemelas ya merece la pena, de verdad que es alucinante el nivel de detalle y realismo que presentan, te crees a pies juntillas que los actores están allí, entrando y saliendo, subiendo y bajando a las dos moles de hormigón. Es sabido que Zecmeckis siempre se ha rodeado de los mejores expertos en efectos especiales y CGI. Desde luego que esta vez no se ha quedado manco tampoco, no.

Cuando la acción ya se desarrolla arriba en las azoteas, es que alucinas, joder se puede sentir el vértigo en las piernas, al que haya tenido la suerte de verla en 3D le han temblado las canillas cosa fina. Vamos, que para la gente que no hemos tenido oportunidad de conocer las torres, supone una gozada contemplarlas en su absoluto esplendor, sobre todo esos planos cenitales que quitan el hipo.

 Buenos días, nada que me voy a dar un paseillo si eso por aquí arriba para bajar el desayuno una miaja

Centrándome ya en el personaje real y protagonista de toda esta historia, cuando acaba la película y te pones a pensarlo detenidamente...buf, joder es que cómo se puede tener los santos cojones de realizar semejante proeza. Cierto es que resulta tarea bien difícil empatizar con Petit, su grado de obstinación y arrogancia no conocía límites, y la manera de tratar a la gente que le rodeaba, apoyaba y quería, dejaba bastante que desear. La gente con este tipo de genialidad son así, supongo.



Pasando ya al apartado interpretativo, pues poco que destacar, básicamente todo el peso de la película recae sobre Joseph Gordon y la verdad que lo resuelve con maestría el muchacho, no hay pegas que ponerle y se nota que le ha gustado meterse en este papel. La breve presencia del gran Sir Ben Kingsley, pues qué os voy a contar, siempre se agradece ver su brillante mollera (esta vez bajo un gorrete je,je) en pantalla.

Y ahora con mis santos cojonazos me voy a dar una vuelta para la otra torre y allí me tomo un chupito de hierbas y planto un buen pino en la cafetería
 
Como punto negativo, no me hizo excesiva gracia la voz y presencia del protagonista narrando en offdesde un Nueva York virtual toda la epopeya, y en caso de estar finalmente incluido, me pregunto si no hubiese quedado mucho mejor y con mayor encanto interpretado por el francés de la vida real.

En fin, concluyendo, una película que no quedará como obra maestra, pero que puede, y de hecho estoy seguro, que disfrutará bien a gusto toda la familia, que te deja con una sonrisa en la cara,  y  con esto no es moco de pavo la cosa.

Phillippe Pettit, menudo personaje copón, cada uno sacará sus propias conclusiones cuando vea la película, pero yo qué queréis que os diga...por muy demente que se le pueda tildar, tiene que haber gente como él en este mundo, son necesarios para sacarnos de la mediocridad, del color grisáceo que a veces nos envuelve en la vida y poner un buen puñado de magia y color con un acto de “locura” que la humanidad jamás olvide.


Chapeau, señor Petit.